El color en la mentalidad medieval europea. Parte II

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Durante toda la Edad Media hay también un gran interés por los sistemas y los diagramas explicativos y organizadores del mundo. Seguramente muchas de nuestras representaciones visuales de la información, de la cartografía, los organigramas y la infografía tienen sus raíces en la producción gráfica que impulsaron esos intereses. En estos esquemas se utilizaban los colores de manera simbólica asociándolos a otros conceptos. Hay una gran producción de este tipo de diagramas, pero según John Gage no utilizan un código común, y la atribución simbólica de los tonos parece circunstancial.

Las polémicas, las reglamentaciones e incluso las prohibiciones sobre el uso del color fueron habituales, aunque en la práctica a menudo se incumplen. Detrás de estas polémicas había un afán de establecer jerarquías y distinciones.

La heráldica

Un caso paradigmático de la mentalidad medieval respecto al simbolismo y al color es el de la heráldica. Los signos y la composición gráfica de los escudos como elemento de identificación de las dinastías y linajes no parece presente en la antigüedad, sino que se habría comenzado a utilizar hacia el siglo XII en lo que hoy es Francia, para diferenciar los ejércitos en combate. Después se habría ido consolidando, especialmente en el siglo XIII con la proliferación de los torneos.

Colores principales. Cromatología de los blasones
Colores principales. Cromatología de los blasones

Los caballeros y sus escudos de armas

En torno a estos torneos habría surgido la figura de los heraldos, encargados de identificar y presentar los caballeros según sus "escudos de armas". Los símbolos de los escudos, llamados blasones, pasaron de los brazos de los caballeros a sus posesiones como sello, escudo pintado, esculpido, cincelado, tejido o bordado. Y la heráldica como disciplina se codificó y se extendió por toda Europa, convirtiéndose en un corpus de convenciones bien reguladas a partir del siglo XVI.


Colores neutros. Cromatología de los blasones
Colores neutros. Cromatología de los blasones

En lo que respecta al aspecto cromático del blasón, se distinguían tres tipos de esmaltes o acabados:
  • los metales oro, plata, 
  • los colores gules, sinople, azur, sable, púrpura, anaranjado y 
  • los forros o tramas convencionalmente estilizadas que imitan pieles de animales vaira o armiño.
Según John Cage, la heráldica se fue articulando durante un período de más de trescientos años como un lenguaje abstracto y artificioso de propósitos simbólicos.

Metales principales. Cromatología de los blasones
Metales principales. Cromatología de los blasones

 Cromatología de los blasones

Aunque el color sea una característica muy importante, no se muestra cuando las armerías figuran sobre sellos, monedas, incluidas esculturas en edificios en los muebles. Estas armerías no estaban pintadas o la pintura ya se ha borrado.

Las diferentes tonalidades cromáticas representables en un escudo de armas reciben el nombre de esmaltes. Para la representación monocromática de las armerías (grabados, escultura, etcétera) los colores son representados por rayados convencionales.




Metales menos frecuentes. Cromatología de los blasones
Metales menos frecuentes. Cromatología de los blasones


Cada tonalidad cromática representada, como todo otro elemento del blasón, tiene un nombre heráldico convencional que es importante conocer para proceder al desciframiento correcto. Los nombres específicos de los colores son, ciertamente, impuestos por la tradición, pero también por su eficacia técnica de identificación.

Forros principales. Cromatología de los blasones
Forros principales. Cromatología de los blasones


En ocasiones se utilizan otros nombres que los evocan (sangre o desollado para gules), pero esta práctica es una posible fuente de errores, ya que los colores son normalmente representados por tintes saturados, pero los matices y la luminosidad puede ser de interpretación variable.



Esmaltes menos frecuentes. Cromatología de los blasones
Esmaltes menos frecuentes. Cromatología de los blasones



"[...] las características necesarias de este léxico artificial eran su abstracción, eso es, el alejamiento respecto a los significados cotidianos y, al mismo tiempo, su asociación concreta con objetos de gran valor material." John Gage (1997).
Color y cultura. La práctica y el significado del color de la Antigüedad a la abstracción (ed. original 1993; pàg. 82). Madrid: Siruela.

 

Las convenciones heráldicas sobre el color

Gage señala que las convenciones heráldicas sobre el color toman un camino diferente del léxico cromático de las lenguas europeas. ¿Cómo podían cumplir una función simbólica si los referentes no estaban claros o incluso si los términos se empleaban en un sentido diferente del que tenían en la vida cotidiana? Precisamente porque al darles ese sentido simbólico no hacía falta una conexión coherente con la experiencia visual.

El simbolismo en la mentalidad medieval no está asociado a la creación de lenguajes universales. Los símbolos medievales están relacionados con la retórica y la poesía; cambian de sentido según el discurso, son ambivalentes y acumulan múltiples significados. Pero el lenguaje heráldico del color es relevante más allá de los blasones, ya que se relacionará con otros campos en los que también es importante el simbolismo, la identificación y el reconocimiento, como es la indumentaria.



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Fuentes

  • (c) Fundació per la UOC. Alba Ferrer, David Gómez, Jordi Alberich 2010. Creative Commons Reconeixement Compartir Igual 3.0-es.
  • Wikipedia, heráldica

Referèncias bibliogràficas
  • Gage, J, (1997) Color y cultura. La práctica y el significado del color de la Antigüedad a la abstracción (ed. original 1993;

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