Amor, Sexo y Colores

El erotismo del color

La sexualidad es algo muy complejo, rico en emociones, y no se lo puede definir con un sólo color. Porque si bien el amor, o el erotismo, suele estar asociado al acorde cromático rojo, rosa y violeta, según como se viva el amor o la sexualidad difieren los matices y colores que pueden definir esas diversas emociones.

Las relaciones entre personas, amistades, o relaciones de pareja, tiene asociados los colores azules. Pero cuando el amor lleva al sexo, o la expresión de la sexualidad en sí misma, los matices cromáticos se llevan al polo opuesto, los rojos dominan con claridad.

Los colores del amor, del sexo y de las relaciones eróticas.

• El rojo es la manifestación de la pasión de una relación.
• El rosa, representa el amor tierno, infantil, enamoramiento, el amor dulce.
• El violeta, es la parte fantasiosa de las relaciones, la imaginación, fantasía, el erotismo, el morbo...
• El negro, también es un color asociado a las relaciones sexuales, vividas como algo oscuro, trasgresor, selecto, y se puede manifestar en algunas personas.

En teoría, un amor equilibrado entre dos personas estaría en un equilibrio entre estos tres tonos, que son la mezcla a partes desiguales del blanco, rojo y azul. Recordar que el rosa es la mezcla de rojo y blanco, a veces con algo de azul. El rojo y el azul son colores primarios lumínicos. El violeta, es la mezcla de rojo y azul.

Un poco de historia

En el cristianismo, el rojo es un color ambiguo. Por una parte, es el color que representa la sangre de Cristo, su sacrificio por la humanidad, aunque asociado al color blanco.

En su oposición, se halla el diablo, vestido de rojo y negro, los colores de lo inmoral. el infierno también es rojo. Y una luz roja crea el ambiente para el pecado.

Mientras el color de la vestimenta tuvo un significado social, el color rojo, era usado sólo por los nobles, mientras que los reyes usaban túnicas púrpuras, o violetas.

En ciertas zonas de Europa, como España, se despreciaba a las mujeres que nacían con el pelo rojo. En la edad media, las mujeres con este color de pelo temían que las quemaran por brujas, dado que las personas pelirrojas son la excepción. Y el motivo era por que se pensaba que cuando los padres no tenían el pelo igual, que el niño había sido cambiado por el diablo.

También a los hombres pelirrojos se les ha asociado con el diablo. A Judas se le pintaba a menudo con cabellos rojos. A las prostitutas también se les asocia con este color. Hoy en día aún se piensa que las mujeres pelirrojas son más pasionales.

Sin embargo en Irlanda, donde existen muchos pelirrojos el concepto que se tiene de este color cambia radicalmente.

El violeta es el color más pecaminoso, seductor e inmoral. Hay más sexo que incluso con el rojo.

En Estados Unidos se prepara un cocktail cuyo nombre es purple passion y que por su elevado contenido de alcohol invita al sexo desinhibido.

Sensaciones y sentimientos.

Entre hombres y mujeres las relaciones sexuales se viven de forma distinta. La sensualidad y erotismo que desprende una mujer provocativa, es más mental, y es distinta del instinto sexual masculino, impulsivo y con poco sentimiento, más físico.

Quien creía que la experiencia sexual era similar para todos, y que podía ser definida emocionalmente con el color rojo, descubrirá algo nuevo respecto a los colores que forman el acorde cromático de la sexualidad y el amor.

Al relacionar los colores con las relaciones sexuales, los colores no describen lo que se hace, o con quien se hace, ni si se es hétero ni homo, ni como se hace. Pero sí describen las emociones que se sienten cuando se practican relaciones eróticas.


Lüscher expresó esto con estas palabras:

El lenguaje de los colores es el lenguaje de los sentimientos y las sensaciones. Así como en la música cada semitono tiene un efecto claramente perceptible, a cada matiz de color le corresponde una sensación exactamente definible. El lenguaje de los colores representa también los sentimientos y emociones de forma tan rica como la música.