Arteterapia - Entrevista a Ana Manterola

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¿Podrías definir de forma sencilla qué es la ARTETERAPIA? De qué elementos consta, quiero decir si usa la pintura, la danza, etc.
Como la palabra lo indica es una terapia a través del arte,
Arteterapia es la utilización de distintas disciplinas artísticas, tales como plástica, música, teatro, escritura, danza, títeres, máscaras, etc. ... para lograr conectarse con partes profundas de uno, conflictivas, tales debilidades, traumas, temores, bloqueos como con potenciales sin desarrollar, nuestros dones, nuevos estados de conciencia, nuevas actitudes, y todo se logra desde un lugar muy armonioso.

Y dime Ana, ¿Cómo descubriste esta terapia? Cuéntame algo de ti.
Bueno esto es algo que viene desde que soy muy chiquita, yo era muy tímida no hablaba y de la única manera que sentía que podía expresarme era a través del arte, de la pintura y sobre todo del teatro, que me acompaña hasta el día de hoy, después fui creciendo y me di cuenta que el arte sana por si mismo, pero que si encima se lo estimula para algo concreto a resolver, las resoluciones son casi mágicas, lo que somos de verdad aparece en nuestro arte, no nos podemos hacer los desentendidos, está ahí… Y bueno cuando me enteré de esta carrera por casualidad, leyendo una revista, no lo dude y al otro día me anoté, igual ésto es un camino de ida, donde se aprende día a día toda la vida.

¿Qué beneficios aporta Arteterapia? ¿Qué es lo que nos puede ofrecer, en qué casos es útil?
Arteterapia sin duda estimula la creatividad y la imaginación. Se estimulan áreas cerebrales, especialmente del hemisferio cerebral derecho, que despiertan la mente, que la conectan con recursos, creatividad, sabiduría…
Es una terapia que siempre aporta beneficios, desde ayudar a descargar situaciones caóticas, conflictivas…hasta permitir aumentar o activar potenciales y dones dormidos.
Como desde ya es conocido, el arte por si mismo produce placer, activa esa parte de niño, de juego, de curiosidad, de experimentación…
Y desde un lugar más específico, permite armonizar, relajar a personas con graves problemas psicológicos, ayuda a niños hiperactivos o con problemas de aprendizaje, ayuda a activar o recuperar personas con problemas neurológicos, con depresión o enfermedades físicas graves, como cáncer, sida, problemas de comunicación, depresión, en adolescente perdidos, que tienen confusión, miedos, con problemas de vocación… en fin, el campo es muy amplio, porque logra llegar a lugares donde a lo mejor la terapia convencional no llega.
No es necesario que hablen, ni siquiera que cuenten su problema, pero a diferencia de lo que haría un profesor de arte, que sólo enseña técnicas y da pautas generales, aquí lo que se trabaja, de la forma más cómoda para la persona es específico para solucionar sus problemas.

¿Quién puede practicar esta terapia y a quién va dirigida? ¿Es para personas sanas, personas con trastornos psicológicos, niños, adultos, etc.?
Está dirigida a todo tipo de personas, eso es lo fabuloso de trabajar con Arteterapia. Desde niños a ancianos, desde personas que sólo busquen conocerse un poco más, a personas con trastornos psicológicos o neurológicos, todos pueden hacer arte y cambiar a través de él, todos pueden lograr sentirse mejor con ellos mismos.

¿Cómo es una sesión de ARTETERAPIA?
Las sesiones pueden ser individuales o grupales, eso depende de la problemática, de la etapa que están atravesando, etc.
Primero hacemos un caldeamiento (calentamiento) corto para relajarnos y conectarnos en el aquí y ahora, y prepararnos para lo que vamos a trabajar luego.
A mi particularmente me gusta trabajar con el cuerpo, con la respiración, la postura, con algún sonido si siento que es necesario y si es grupal, empezar a vincularse con el otro, donde a través de juegos o ejercicios, se acortan distancias y se ayuda a la confianza y la entrega.
También puede empezarse con alguna meditación, contemplación, algún ensueño dirigido, etc. Yo le doy lugar a mi intuición.
Después vendría el trabajo específico, eso depende también de qué se quiera trabajar, cuál es el arte o juego mas apropiado.
Yo intento, si es un grupo cerrado, cambiar constantemente a lo largo de las sesiones distintas disciplinas artísticas.
Lo bueno de Arteterapia es que uno tiene acceso a muchos recursos, lo que me da la seguridad de que la meta se va a lograr, si no es con la música, será con la pintura, sino con la escritura o con el teatro… Siempre habrá algún tipo de arte que resuene con uno y que logre ese cambio.
Y para finalizar se hace un cierre dónde quién lo desee puede compartir su experiencia, exponer al grupo como se siente, si descubrió algo. Éste es un espacio muy importante, de mucho respeto, en dónde se habla a corazón abierto y se recibe de la misma manera, es un momento de total aprendizaje de uno mismo y a través de la experiencia de los otros.

Ana, cuando decimos que una terapia está basada en el arte, tal como su nombre indica, denota un fuerte componente creativo. ¿Crees que es ese proceso creativo el que ayuda? ¿Son los procesos creativos una forma de estar sano, según tu punto de vista?
En arte terapia se le da más importancia al proceso que al resultado, no se busca un resultado lindo o creativo, se busca que logre estar en una mayor armonía, que logre ser más feliz, más auténtico.
En el proceso uno aprende mucho de si mismo, a lo largo de las sesiones se van a repetir patrones, conflictos, traumas, que van a aparecer de distinta forma a través de las distintas técnicas, pero a la vez va a haber comprensiones, cambios de actitud, cambios en la forma de trabajar y sobre todo claridad, tranquilidad, hay un despertar en la creatividad en forma más abierta y espontánea.
Lo más fantástico que se puede experimentar, es el movimiento interno que lleva al cambio, son como pequeños pétalos que se empiezan a abrir y conectar con lugares desconocidos, que siempre estuvieron en nuestro ser esperando el momento de ser reconocidos e integrados. Es una forma muy armoniosa de conocerse, de descubrir que todo está bien dentro nuestro, de estar en paz con uno mismo.

Hablemos ahora del color. Según tu experiencia, cuando se usa la pintura o el dibujo, ¿Cómo sitúas tú la importancia en el uso del color para expresar las emociones?
El color es tan importante como la forma, como el grosor de los trazos, como el espacio, ver donde se empieza a cubrir la hoja en blanco, qué sector se cubre y cuál no….
El color refleja el estado del alma.
Yo trabajo mucho con la intuición insisto en que se saquen la idea de lo estética, lo lindo, lo que combina bien…
Lo único importante en este trabajo es que sientan que color necesitan realmente, qué colores resuenan con ellos en éste momento, para luego ir amigándose con nuevos colores y combinaciones y poder disfrutar de todos ellos.
Al principio con las personas que no tienen acercamiento a la pintura empiezo con los colores primarios y voy agregando el resto de a poco...
Al finalizar la obra, les pido que registren que colores tienen prioridad y que hagan una lista desde el que más predomina hasta el que solo tiene algunos trazos.
También hablamos de que significa cada color basado en asociaciones personales y arquetipos, tradiciones y cultura.
La obra nos puede mostrar lo que nos pasa en este momento, también puede aparecer lo que estamos necesitando, o lo que deseamos, al interpretarlo uno mismo se puede dar cuenta de lo que significa.

¿Puedes ver pautas o patrones en el uso de los colores, para estados de ánimo similares?
Sí, hay pautas concretas que se expresa con los colores, por ejemplo, cuando los colores son fuertes se habla de emociones fuertes, cuando son mas pálidos podemos decir que la persona puede estar atravesando una debilidad anímica, cansancio, melancolía.
El color que predomina muestra el estado en el que estamos enfocados, o en algo que es lo más importante para nosotros en este momento.
Por ejemplo, si el color predominante es rojo, puede indicar que la persona está muy activa, si no aparecen otros colores, indica que tiene ira, agresión, acelere…
Si el color que predomina es el negro, puede estar deprimida, desmotivada, triste, negativa, y así con todos los colores…
Si hay un color central indicaría el estado que predomina internamente en nosotros, en este momento, y los colores periféricos indicaría como nos mostramos a los demás.
Si usamos muchos colores sin que predomine ninguno, habla de que nuestra energía está distribuida con un mayor equilibrio, en muchos aspectos, que nos estamos desarrollando en todas las áreas de nuestra vida.
Igualmente yo no generalizo con los trabajos, es muy personal, y la interpretación depende de muchos factores según la persona.
Mándala


En tu trabajo terapéutico también usas los mándalas. ¿Cómo nos puede beneficiar la creación de mándalas?
Hacer mándalas es una meditación activa, y como tal, te sitúa instantáneamente en el aquí y ahora, ya que llevando la atención al mándala, uno se conecta con lo más profundo de uno mismo, con su cuerpo, con sus emociones, con sus deseos…
Este contacto con tu esencia produce un estado de conciencia en el que no hay tiempo ni espacio, solo fluidez, armonía, paz, es un momento donde la mente analítica, racional no tiene lugar…
Lo que se activa es el hemisferio derecho del cerebro, el que te conecta con todo lo inconsciente, con lo más libre y descontrolado de uno.
Si bien al principio cuando terminamos de hacer el mándala salimos de ese estado rápidamente y volvemos a nuestras rutinas, a nuestras problemáticas diarias, hay algo que se va despertando, es un cambio inminente, podemos escucharnos, comprendernos, amarnos, vamos estando cada vez más felices, más creativos, más libres, nuestra cabeza deja de atormentarnos…
A medida que seguimos trabajando con mándalas este estado de armonía permanece cada vez mas con nosotros.
También se puede trabajar con mándalas temáticos y profundizar en temas que necesitamos resolver como duelos, inseguridades, relaciones, problemas económicos, también en situaciones mas concretas como crisis, angustias, malestares, estrés de la vida cotidiana. O simplemente para agradecer, honrar, invocar al amor, la paz o cualquier cualidad que queramos incorporar a nuestra vida o expandirla.

Si queremos que los lectores de sobre colores experimenten con los mándalas. ¿Qué podemos indicarles para que realicen sus propios mándalas?
Bueno en principio sería apropiado que empiecen pintando mándalas ya hechos, que por ejemplo, pueden bajarse por internet, que elijan uno que les resuene.
Que elijan con que material quieren pintarlo (marcadores, lápices, acuarelas, etc.)
Que lo hagan en un lugar sereno donde nadie pueda molestarlos, pueden poner alguna música suave o hacerlo en absoluto silencio.
Vayan registrando sus cambios, traten de tener una postura erguida, con los pies apoyados en el piso (suelo), fíjense si les provoca ansiedad, o algún sentimiento o emoción, si aparece algún malestar físico, en fin obsérvense, es difícil al principio estar en todo, pero se va logrando.
A la hora de pintar dejen que el mándala les vaya pidiendo los colores hasta que decidan que ya terminaron.
Ahí tómense unos cuantos minutos contemplándolo, de cerca, de lejos, de un lado, del otro, ¿les dice algo el mándala? ¿Qué sensación les da? ¿Qué les provoca?
Pónganle un nombre y la fecha. Y guárdelo para volver a verlo después de un tiempo y ver que les produce o ubíquenlo en un lugar donde puedan verlo seguido, para que lo que lograron a través del mándala se vaya incorporando de a poco en su interior.
Después de ir pintando varios, pueden probar con mándalas que no les gusten, o pueden pintar sólo con dos colores, o buscar técnicas nuevas para pintarlos, o agregarles materiales como papeles, porotos (alubias), en fin dejen volar su creatividad.
Y cuando le hayan perdido el miedo a la hoja en blanco ya están preparados para hacer su propio mándala, que en principio no hace falta que sea simétrico, (si bien es importante ya que ordena y equilibra) explayen lo que les surja, formas, figuras, colores, sientan lo placentero de entregarse a la fluidez, a lo que va apareciendo, sin críticas, sin querer lograr nada en especial.
También aconsejo que después de cada mándala anoten como se sintieron y todo lo que pudieron registrar de ustedes mismos.

Otro tema muy interesante, es el uso del sonido. Explica un poco como enfocas esta terapia.

El sonido es una forma muy profunda de equilibrar y de afinar el cuerpo.
Yo trabajo con cuencos tibetanos de distintos tamaños, haciendo un masaje sonoro.
Hacemos una relajación al principio y después le pido a la persona que se recueste con ojos cerrados y voy apoyando cuencos en su cuerpo haciéndolos sonar, también utilizo pines, y mi voz si es necesario.
Los cuencos tienen el sonido del universo y la vibración perfecta.
Nuestros cuerpos están en constante vibración, y al tomar contacto con los cuencos, terminan ajustando sus vibraciones, por lo tanto si tenemos alguna debilidad, esta vibración tan armónica nos contagia devolviéndonos el equilibrio.
Este masaje actúa sobre los planos físico, emocional, mental y espiritual.
También utilizamos la voz, que es considerada una de las fuerzas sanadoras más poderosas en el mundo.
Trabajo con el canto de vocales, canto de armónicos, mantras…
Son meditaciones activas, donde se le da mucha importancia a tomar contacto con nuestras tensiones e ir liberándolas de a poco, para esto es fundamental la profundización y expansión de la respiración, nuestra voz natural surge de una manera muy simple cuando no hay tensión, y se llena de vida y expresividad.

Ana, muchas gracias por atender la entrevista para el blog.
Indícame cómo pueden los lectores contactar contigo por si quieren realizar talleres o consultas.

Ana Manterola
Argentina, Bs.As.
www.anamanterola.neositios.com
www.tibusiluxo.blogspot.com
www.tallervivencialdemandalas.blogspot.com
manterolaana@yahoo.com.ar

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3 comentarios

  1. Muy buen desarrollo del tema, en especial para motivarnos a conocerle mas... es un buen abrebocas.gracias

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  2. Excelente!! Te envié un correo a manterolaana@yahoo.com.ar espero podamos conversar! Saludos! Éxito en todo!

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